ABC de la Bronquiolitis

Con el comienzo de la temporada invernal, se incrementan las consultas en el servicio de urgencias debido al aumento de las enfermedades respiratorias. Entre las que más afectan a los menores de dos años está la bronquiolitis. El doctor Andrés Felipe Galindo A., coordinador del Área de Pediatría de la Clínica Universidad de La Sabana, indica cuáles son los signos que alertan sobre esta enfermedad.

La bronquiolitis es el primer episodio bronco-obstructivo de origen viral en los niños menores de dos años. Se contagia de forma directa por el contacto con personas con enfermedades respiratorias virales, y se manifiesta con dificultad respiratoria (hundimiento de las costillas, aleteo nasal o coloración morada de los labios), tos seca y, en ocasiones, con movilización de secreciones, irritabilidad, disminución del apetito fiebre.

Esta es una enfermedad benigna, que, en principio, ´´puede manejarse en casa. Sin embargo, se debe acudir al servicio de Urgencias si la persona tiene fiebre por más de tres días, siente fatiga al respirar o al comer, rechaza completamente la ingesta de líquidos y tiene dificultad respiratoria.

Si bien es cierto que esta enfermedad raramente tiene complicaciones, sí existe un porcentaje de los menores de dos años – del 3% al 10%- que puede requerir intervenciones avanzadas y estancias prolongadas en el hospital. Usualmente, si el paciente requiere ser hospitalizado, las estancias son cortas (de tres a cinco días).

Con el fin de prevenir el contagio, se recomienda lavarse correctamente las manos antes y después de pasar tiempo con los niños. Si un adulto tiene gripa, debe usar tapabocas de forma permanente y evitar besos, el contacto directo con los menores y el humo de cigarrillo, leña, entre otros.

Además, es importante no automedicar al niño. Usar un antibiótico no cura la enfermedad; por el contrario, puede tener consecuencias posteriores como causar resistencia q los antibióticos. En caso de requerirlo, únicamente podrá ser formulado por un pediatra después de hacer estudios que documenten una coinfección bacteriana.