Abecé del pie plano

Si un niño presenta dolores en los pies, cansancio frecuente, inestabilidad durante la marcha y desgaste asimétrico en la suela de los zapatos, puede sufrir de pie plano.

“Pie plano” es la expresión médica que se usa para describir el pie que pierde parcial o totalmente el arco longitudinal interno en el apoyo.

La ortopedista infantil María Margarita Acosta Murcia, de la Clínica Universidad de La Sabana, expone claves para entender esta condición:

“Pie plano” es la expresión médica que se usa para describir el pie que pierde parcial o totalmente el arco longitudinal interno en el apoyo.

Esta condición hace parte del proceso de crecimiento y desarrollo de los niños. Se trata de una variante anatómica normal y puede presentarse en dos tipos: flexible y rígido. El flexible se debe a la tensión de los ligamentos que genera cambios en los huesos del tarso – parte posterior del pie- y el rígido es la aparición de barras o fusiones de dos o más huesos del tarso; estas uniones pueden darse debido a estructuras óseas cartilaginosas o fibrosas.

Los síntomas del pie plano pueden reducirse en los primeros siete años de vida. Sin embargo, es posible que permanezcan en la edad adulta, sobre todo en las personas con antecedentes familiares de pie plano.

Si no se presentan síntomas, no se requiere tratamiento. Hay pacientes con síntomas como dolor en los pies o piernas, cansancio, inestabilidad al caminar, caídas frecuentes, desgaste asimétrico de la suela de los zapatos y retracciones de los gemelos. Estos síntomas pueden manejarse con el uso de plantillas y estiramientos miotendinosos; sin embargo, el tratamiento solo controlará los síntomas, no formará el arco del pie.

Son excepcionales los casos en los que un paciente con pie plano flexible requiere cirugía. El manejo quirúrgico solo se recomienda cuando los síntomas afectan la calidad de vida o existe limitación funcional luego de usar plantillas.

Generalmente, el pie plano está asociado con la hiperlaxitud ligamentaria. Según la edad del diagnostico, en su mayoría entre los tres y siete años, hay un aumento de la anteversión femoral (hueso femoral con rotación hacia adelante) o torsión interna (hueso de la tibia rotando hacia adentro). Estas son condiciones clínicas normales para estas personas, que causan que al caminar los pies apunten hacia adentro.