Tabú alrededor de la salud mental: peligrosa cortina de humo

La Clínica Universidad de La Sabana en conjunto con el Carter Center, se unió a la lucha contra el estigma de las enfermedades mentales realizando un concurso entre los estudiantes de medicina para que escribieran un artículo sobre la temática. Uno de los artículos ganadores fue el elaborado por Ángela Patricia Pérez Cubides, estudiante de Salud Mental II y se titula "Tabú alrededor de la salud mental: peligrosa cortina de humo".

¿Cree usted qué todas las personas que padecen enfermedades mentales son menos inteligentes? ¿Requieren un aislamiento de la sociedad? o ¿Qué son peligrosas? Si sus respuestas a estas preguntas fueron afirmativas, está equivocado. En esta sociedad de extenuantes ritmos de vida, la humanidad está expuesta a situaciones de ansiedad constante que junto con factores genéticos y biológicos predisponen al padecimiento de enfermedades mentales.

La problemática es amplia, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, mil millones de personas sufren en todo el mundo enfermedades mentales, lo cual representa una sexta parte de la población total del planeta. Paradójicamente, un estudio nacional del ministerio de protección social estimó que entre un 85.5% y 94.7% de las personas con un trastorno mental no acceden a algún servicio de salud. Cifras aquellas que vociferan sin la menor discreción el subtratamiento de un problema cada vez más incidente.

Es importante aclarar que estos trastornos no se producen por debilidad emocional, no son propios de personas sentimentales que exageran las emociones, ni mucho menos afectan a personas perversas. Son enfermedades y deben tratarse como tal, no basta con hacer el esfuerzo de cambiar, ni proponerse forjar un carácter más fuerte; los síntomas son consecuencia de una alteración biológica en las sustancias que regulan el funcionamiento cerebral.

Asimismo, si una enfermedad del corazón puede hacer que el paciente tenga dolor en el pecho, una enfermedad de la mente hace que el paciente piense de manera extraña, perciba cosas que discrepan con la realidad y/o actúe de forma singular, intimidante o graciosa. Los síntomas se presentan de manera diferente pero ambos padecen un problema de salud y requieren tratamiento.

En la antigüedad las enfermedades mentales se atribuían a brujería o posesiones demoniacas, cientos de años después podemos decir que este paradigma ha evolucionado, pero lamentablemente no tanto como debería, aún existe un tabú bastante grande, tal vez sea porque los síntomas de estas enfermedades disipan mucho de lo que estamos acostumbrados a ver y los desconocemos.

Entonces, ¿Influyen nuestras supersticiones en el proceso de estos enfermos? No cabe duda, sin darnos cuenta, les estamos haciendo daño; muchas personas cuando empiezan a notar sus síntomas sienten temor de consultar a un especialista, por miedo a ser discriminados o subestimados por quienes conforman su entorno social, esta actitud discriminatoria dificulta el temprano diagnóstico y el adecuado tratamiento.

Anteriormente, los enfermos eran enviados a manicomios donde no recibían un tratamiento adecuado; hoy en día, se puede expresar con certeza y tranquilidad que los pacientes no son sometidos a métodos inhumanos, existen médicos psiquiatras que comprenden sus patologías y utilizan tratamientos idóneos para facilitarles el proceso de la enfermedad y evitar el sufrimiento.

Las enfermedades mentales tienen tratamiento. ¿Tu prejuicio tiene cura?