¿Cómo identificar si la salud mental de un adolescente está afectada?
La doctora Lina María Ruiz, psiquiatra especialista en niños y adolescentes de la Clínica Universidad de La Sabana y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad, explica que las afecciones mentales más frecuentes en los adolescentes son la ansiedad, la depresión, los trastornos de alimentación y los comportamientos adictivos por el uso de sustancias psicoactivas. Para identificarlos, se recomienda estar alerta para percibir los siguientes signos, definidos por la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry:
- Cambios marcados en el aprendizaje en la escuela.
- Dificultad para enfrentar los problemas situaciones o actividades diarias.
- Cambios significativos en los hábitos de dormir y alimenticios.
- Frecuentes molestias físicas.
- Estado depresivo manifestado por un ánimo y una actitud persistentemente negativos, con frecuencia acompañados de apetito pobre e ideas relacionadas con la muerte.
- Abuso de drogas o del alcohol.
- Miedo intenso a la obesidad sin tomar en cuenta su verdadero peso al presente y purgar los alimentos o restringir las comidas.
Las afecciones mentales más frecuentes en los adolescentes son la ansiedad, la depresión los trastornos de alimentación y los comportamientos adictivos por el uso de sustancias psicoactivas.
- Pesadillas persistentes.
- Amenazas de hacerse daño o de hacerles daño a otros, autolesiones o comportamiento autodestructivo.
- Arranques frecuentes de ira y agresión.
- Amenazas de irse del hogar.
- Pensamientos, creencias y sentimientos extraños o comportamiento poco común.
Usualmente, los padres son los primeros en reconocer que su hijo tiene un problema emocional o de comportamiento. Sin embargo, la decisión de buscar ayuda profesional puede ser difícil y dolorosa para ellos. El primer paso es hablar con sinceridad con el muchacho. Si los problemas persisten por un período extensivo y están afectando el desarrollo social, académico y familiar, una consulta con un psiquiatra de niños y adolescentes o un profesional de salud mental pueden ser de ayuda.