El privilegio de enseñar

Los seres vivos nacen con la tendencia a imitar modelos, lo cual se convierte en una forma natural de aprendizaje. Sin embargo, es importante conocer que los actos deben realizarse conscientemente para asegurar que los niños tengan un mejor comportamiento conforme con las recomendaciones de Tatiana Barreto, psicóloga de la Clínica Universidad de La Sabana y máster en Psicología Clínica y de Familia.

En los procesos de enseñanza aprendizaje todo lo que sea percibido por nuestros canales sensoriales es instructivo, ya que trasmite información sobre lo que está ocurriendo en el entorno. Por esta causa, tanto las palabras (canal auditivo) como los actos (canal visual) son importantes en el proceso de formación. Sin embargo, debe recordarse que el canal de mayor impacto para los seres humanos es el visual.

Una de las responsabilidades de amor más importantes que existen es la de la crianza de los hijos, es decir, todo lo que contribuya al desarrollo de sus valores y habilidades, ya que esto es fundamental para convivir en familia y en sociedad. Por lo tanto, cada momento es una oportunidad para lograr este fin, por ejemplo: corregir su comportamiento en la mesa, fijar horarios, establecer reglas, etc.

No obstante, es propio del hombre equivocarse y dar en ocasiones un ejemplo errado que debe ser reconocido y enmendado. En otras palabras, cuando el adulto comete un error tiene que admitir su falta ofreciendo disculpas y modificando su comportamiento, pues esto enseñará al menor que siempre existe la oportunidad de resarcirse.

Para el niño la figura paterna representa un todo, por esto la sigue e imita. Además, es una clara señal de la admiración que le profesa. Por esta razón, tienes que cuidar de tus actos, ya que sin duda alguna cada uno ayudará a hacer de su hijo una mejor persona.