Sin perder la esperanza de ser padres
La Clínica Universidad de La Sabana sigue cumpliéndoles a muchas personas el sueño de ser padres. En esta oportunidad, Tatiana y Alex, después de tres abortos espontáneos, han logrado un nuevo embarazo, el cual hasta el momento es de curso normal.
Tatiana Galindo y Alex Lozada, desde que se casaron hace 7 años, han tenido la ilusión de conformar un hogar con hijos, ya que ambos coincidían en que los hijos son una bendición y el fruto más grande del amor. Después del primero año de casados, lograron quedar en embarazo pero a la octava semana de gestación se presentó un aborto espontáneo; sin embargo, conservaron la esperanza. “Luego de muchos exámenes y de concluir que fue algo que simplemente pasó y que no existió una razón médica aparente, decidimos intentarlo de nuevo con el mismo resultado: un embarazo que terminó en otro aborto espontáneo a la semana 6”, comenta Tatiana.
Alex y Tatiana comenzaron controles con especialistas, y se realizaron otros exámenes, a lo que Tatiana cuenta. “La respuesta siempre fue la misma: “Todo está perfectamente normal, pueden volver a intentarlo”, pero pasaron algo de más de 3 años para volver a tomar el riesgo. En el 2014, volvimos a quedar en embarazo, teniendo nuevamente una perdida”.
Alex y Tatiana acudieron a un Sacerdote para que los aconsejara y les recomendó al grupo de especialistas de la Unidad especializada en el Manejo de la Pareja Infértil de la Clínica Universidad de La Sabana. “Desde el primer momento mostraron total interés por ayudarnos a encontrar la razón de las pérdidas. Rápidamente se diagnosticó deficiencia en la progesterona, producto de una endometriosis, generada por el útero en retroversoflexión. “Finalizando el mes de junio de 2015, me realicé la cirugía, y en el mes de octubre confirmamos lo que tanto anhelábamos: estamos embarazados”, cuenta Tatiana.
“Hoy entendemos que el tiempo de Dios es perfecto. Estamos más preparados que nunca, porque al haber pasado por esta experiencia nos ha fortalecido y unido. Hoy sabemos que no era tan importante el porqué sino el para qué. Y sabemos que esta bendición que recibimos es gracias a que Él y la Virgen Santísima que nos fueron mostrando el camino y fueron poniendo en nuestra vida a las personas y a las instituciones adecuadas. No tenemos forma de agradecer esta inmensa felicidad que sentimos; ya con 20 semanas sabemos que nuestro bebé está bien y que con el favor de Dios pronto lo podremos tener en nuestros brazos”, dice Álex.
“Agradecemos y encomendamos a diario en nuestras oraciones al grupo de profesionales de la Clínica Universidad de la Sabana, por su sentido de humanidad, por trabajar día a día, por ayudar a las personas y, sobre todo, por transformar nuestra vida”, concluye Tatiana.